jueves, 27 de noviembre de 2008

Alejandro no está...


Bueno, temporalmente. Marián y él se han ido unos días a República Dominicana, para que su bisabuela y tías lo vean crecer...

Ya empezó a andar. Como Robocop, pero a andar. Soy su padre, sea, pero es un encanto de niño. Un vendido, eso sí, porque se va con el primero que le cae en gracia. Y le caen en gracia todos/as.

Le echo mucho de menos, porque aunque a veces quiebra la paciencia del más fuerte, lo cierto es que es (podeis vomitar) un encanto.

Y a mi, como padre suyo que soy, y a mucha honra, se me cae la baba cuando lo oigo gritar (de viva voz o por el skype) y me llama "papáááááááááá´".

Hala, mañana más.

No hay comentarios: